Adentrarse en la cocina italiana es sumergirse en un universo de sabores, aromas y tradición, hace unos días tuvimos el privilegio de vivir una experiencia gastronómica única en el restaurante BELFORNO joya culinaria en la Ciudad de México que han sabido mantener viva la esencia de la cocina italiana. La historia del restaurante se remonta al año 2003, cuando Lorenzo Santini, junto a sus socios, logró hacer realidad su sueño de abrir su propio restaurante en Masaryk 514, en Polanco. Después de expandir el concepto a Santa Fe, la sucursal original de Polanco se mantuvo bajo el cuidado de Lorenzo y el chef Martín Ventura, cambiando su nombre a BELFIORE Ristorante & Pizza en 2013. Tras la muerte de Lorenzo, Paulina Carasa se involucró de lleno en la operación del lugar, manteniendo los mismos estándares de calidad y servicio que lo han posicionado como uno de los mejores restaurantes italianos en la ciudad.

La historia de éxito de Belfiore dio paso a la apertura de BELFORNO, Focacceria Ristorante & Vino, hace más de 4 años en la colonia Condesa, en la calle de Alfonso Reyes #108. El lugar destaca por su interiorismo sobrio y con acabados rústicos refinados lleno de ventanales y un atractivo horno dorado en la entrada. Aquí nace “Belforno”, siguiendo los pasos gastronómicos de “Belfiore”, con platillos clásicos y nuevas propuestas que han enamorado a los comensales de ambos restaurantes. Unete a nosotros en este episodio de Delicias de la cocina con sello totalmente italiano.

La experiencia culinaria comenzó probando sus entradas con el flan de parmesano y asiago dop, acompañado de higos frescos, arúgula, prosciutto crujiente y un toque de balsámico reducido, seguido de las flores de calabaza en tempura con queso de cabra, mermelada de higo y trufa.

El risotto con salchicha italiana y romero fue un deleite para el paladar, al igual que pasta taglierini porcini con hongo porcini, salsa de tomate y Prosecco.

Probé también el fettuccine a la carbonara di mare y la funduta di agnello, un rack de cordero con funduta de asiago dop, papas rostizadas y pecorino, un verdadero manjar.

Maridamos cada platillo con su respectivo vino blanco o tinto, y disfrutamos de limonadas minerales. Para el postre, el tiramisú y el café capuchino fueron el broche de oro perfecto para cerrar una comida inolvidable.

Belforno es un verdadero templo gastronómico que no solo ofrecen exquisitos platillos italianos, sino que también transmiten la pasión y el compromiso de sus creadores por mantener viva la tradición y la autenticidad de la cocina italiana en cada bocado.

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