En la antigua Grecia, Helios y Selene eran dos deidades supremas que personificaban el Sol y la Luna, respectivamente. Helios, el dios del Sol, era conocido por conducir un caballo de fuego a través del cielo durante el día, iluminando la Tierra y permitiendo que la vida floreciera bajo su luz ardiente. Su paso diario marcaba el tiempo y señalaba el comienzo y el fin de los días. Por otro lado, Selene, la diosa de la Luna, ascendía al cielo nocturno con su resplandor plateado, ofreciendo su luz suave y serena durante la noche. Su presencia traía consuelo a los corazones afligidos y guiaba a los viajeros en la oscuridad.

Selene también era venerada como la diosa de los ciclos lunares y de la fertilidad, influyendo en las mareas y en la naturaleza misma. En este editorial, honramos la historia y exploramos la leyenda reflejando su simbolismo, su poder y la belleza de fusionar el imaginario de la moda. Acompáñanos en un viaje a través de los cielos griegos, donde el Sol y la Luna danzan en perfecta armonía, eclipsándose cada cierto tiempo para recordándonos que incluso en la oscuridad más profunda, hay luz y es la del amor fraternal que brilla intensamente, en el firmamento.

SELENE  OF THE STARRY NIGHT

En la era de los dioses griegos, cuando el mundo aún estaba en su juventud, nacieron dos gemelos divinos destinados a iluminar los cielos: Selene, la diosa de la Luna y Helios, el dios del Sol. Desde su nacimiento, los gemelos estaban unidos por un lazo eterno, siendo inseparables tanto en  amor como en luz.

MEET ME AT THE MOONLIGHT GALA BALLNIGHT

Cuenta la leyenda que una maldición yacía sobre ellos, impidiendo que pudieran estar físicamente juntos, si embargo cada cierto tiempo y durante el ritmo  y las faces de la luna bajo el eclipse total solar, Selene se reencontrara con su hermano Helios para fundirse en un abrazo fugaz pero apasionado. En donde ella bailaba usando sus mejores galas y en esos momentos efímeros, de felicidad al final del baile y al filo de los primeros rayos que anunciaban la llegada de la estrella de la mañana, (Eósforo) la noche y el día se fundían en una danza celestial, recordando a los mortales la fuerza del amor y la belleza de la unión de opuestos. Y así, Selene se iba cubriendo con su gran manto couture celestial, la inmensidad del vasto firmamento y la inmensidad del mundo.

LA ENVIDIA DE EOSFORO

Su amor era desafiado por la intervención de Eósforo, también conocido como Lucifer en la tradición romana, o “el dios de la aurora”, “estrella del alba”, “Lucero de la mañana”, y hermano de Helios. Eósforo, celoso de la conexión entre Helios y Selene, los separó con un poderoso hechizo que los condenó a nunca poder estar juntos físicamente. Así, Helios emergía al amanecer para iluminar el día, mientras que Selene ascendía en la noche para traer consuelo  y paz a los corazones nocturnos.

ETERNAL SUNSHINE OF THE SPOTLESS MOONLIGTH

El Sol, un guerrero de luz dorada que iluminaba el día irradiaba una energía cálida y radiante, llenando el día de luz y vida, celebrando una danza de amantes celestiales, que reflejan su amor fraternal hasta la eternidad, desafíando, la distancia y el tiempo, recordándonos que incluso en la oscuridad más profunda, la luz del amor siempre puede brillar intensamente.

GO AETÓN, SUN IS UP!

Helios era imaginado como un hermoso dios coronado con la brillante aureola del sol, que conducía un caballo con un carro de fuego por el cielo cada día hasta el Océano que circundaba la tierra y regresaba por este hacia el este por la noche. Homero describe el carro de Helios como tirado por toros solares​ más tarde Píndaro lo escribió que por “corceles que arrojaban fuego”.​ Posteriormente, los caballos recibieron fogosos nombres: Flegonte (‘ardiente’), Aetón (‘resplandeciente’), Pirois (‘ígneo’) y Éoo (‘amanecer’).

TOTAL ECLIPSE OF THE HEART

Helios y Selene se encuentran en un abrazo apasionado, fundiéndose en un único ser de luz y sombra. Helios, con su rostro radiante y su cabello con mechonnes dorados, representa el Sol, mientras que Selene, con su piel pálida y su cabello con destellos plateados, personifica la Luna. Aunque sus caminos parecían divergentes, Luna y Sol compartían un vínculo inseparable que mantenía el equilibrio en el cosmos. Durante el eclipse de 2024, estas almas gemelas se encontran en perfecta armonía, una vez más para recordándonos que la luz y la sombra, la noche y el día, son partes esenciales de un mismo ciclo.

EÓS THE RISE OF AURORA

En la mitología griega, Eos (en griego antiguo Aurora en latín) era la diosa titánide​ de la aurora, salía de su hogar al borde del océano, ella rodeaba el mu ndo, como diosa de la aurora, Eos abría las puertas del cielo con sus sonrosados dedos​ para que Helios pudiera conducir su caballo y su carro por el cielo cada día. En la Ilíada, su toga de color azafrán y dorado estába bordada o tejida con flores; con dedos sonrosados y brazos dorados, era representada en vasijas áticas como una mujer sobrenaturalmente hermosa, coronada con una tiara o diadema que anunciaba la venida de su hermano el Sol.

MEET ME AT THE MIDNIGHT

Eos era libre con sus favores y tuvo hasta cuatro consortes, tanto entre la generación de los titanes como entre los mortales más hermosos. Se dice que Eos secuestró a Céfalo, Clito, Orión y Titono para que fueran sus amantes. Apolodoro afirmaba, en una anécdota más que un mito, que Afrodita había hecho a Eos enamorarse a perpetuidad por haber tenido relación sexual con Ares.

GOOD MORING SUNSHINE!

El consorte más fiel de Eos fue Titono, de cuyo diván la imaginaban levantándose los poetas. Cuando Zeus le robó a Ganimedes para que fuese su copero, Eos le pidió que hiciese inmortal a Titono, pero olvidó pedir la eterna juventud. Titono vivió por tanto para siempre pero se hizo más y más anciano,​ hasta que la diosa, conmovida, lo transformó finalmente en una cigarra.

EN ESTA EDITORIAL:

Dirección y producción artistica;

Mario de la Chaussee

@mariodelachaussee

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